miércoles, 20 de enero de 2016

Ambato entre flores, frutas y fotorradares.

Hace unos días escuche por la radio un extracto de alguna entrevista realizada al Gerente de la empresa que administra el sistema de multas a través de los (8) fotorradares fijos instalados en la ciudad de Ambato, en ella oí mencionar, al señor cuyo nombre desconozco, que el único interés de la empresa es evitar las muertes en accidentes de tránsito y que la acción (multar a conductores por exceso de velocidad) había sido exitosa pues se “habían registrado cero muertes por accidentes de tránsito”, ¿se habrá referido a aquellas muertes (no) ocurridas al pie del fotorradar? -Pensé-, de otra manera su afirmación sería doblemente inexacta, una porque las empresas persiguen rentabilidad (lo que es correcto) y otra porque lastimosamente en Ambato, en Tungurahua y en el País siguen ocurriendo muchas muertes en accidentes de tránsito.
Para información de quien lea esta entrada de mi blog, mencionaré algunas cifras de la Agencia Nacional de Transito que corresponden al año 2015.
En el Cantón Ambato, hasta diciembre 2015, se produjeron 61 muertes violentas en accidentes de tránsito, 14 menos que en el mismo período de 2014, donde el total fue de 75. Es decir, la afirmación exacta debió haber sido que se produjeron 61 muertes “in situ” por accidentes de tránsito en Ambato durante el año 2015 (no cero).
Con ese dato en mente, la siguiente pregunta es ¿Cuánto de esta disminución se debió a las fotomultas? Considerando que existen muchos informes internacionales que dan cuenta del impacto positivo de la utilización de fotorradares para disminuir el riesgo mortal en accidentes de tránsito (en Francia o Chile por ejemplo). Ahí la respuesta es un tanto compleja pues sería peregrino mencionar que toda la disminución (o nada de ella) se debe a esos artilugios y más cuando lo que podría leerse como una muy buena noticia tiene necesariamente que ser analizada en un contexto más amplio. Con ese fin añado algunas cifras para que usted saque sus propias conclusiones: la tasa de muertes en accidentes de tránsito en Ambato es de 17 fallecidos por cada 100.000 habitantes, es decir, 4 puntos más alta que la tasa nacional y 8 puntos más alta que la de Quito (donde también existen fotorradares), además coloca a Ambato en la sexta posición entre los cantones capital de provincia con la tasa más alta de fallecidos “in situ”.
Las mayores reducciones de esta tasa entre 2014 y 2015 se dieron en Zamora, Orellana y Latacunga  que son cantones donde, al día de hoy, no existen fotorradares fijos en zonas urbanas; Ambato apenas aparece en el treceavo puesto luego de doce cantones en los que dicho sea de paso tampoco existen fotorradares fijos y aun así lograron reducciones mayores a las que ocurrieron en nuestra ciudad, incluso nueve de ellos llegaron a tasas menores al 17 registrado en Ambato.
Pero, ¿por qué se produjeron los accidentes de tránsito con muertos en Ambato? El 26% de las personas fallecieron en accidentes cuya causa se registró como conducir superando los límites máximos de velocidad (a nivel nacional esa causa explica el 13% de los fallecidos), mientras que el 49% (casi uno de cada dos) fallecieron en accidentes ocurridos por una de las siguientes causas 1. Conducir bajo la influencia del alcohol (16%) 2. No respetar las señales de tránsito (11%) 3. No transitar por las aceras o por zonas seguras (11%) y 4. Conducir desatento (10%), en este último la desatención pudo deberse al uso del celular, mirar pantallas de video, comer o maquillarse mientras conduce.
Por otro lado, una publicación del lunes 14 de diciembre de 2015 del Diario la Hora menciona que desde enero a octubre de ese año se registraron 30.000 fotomultas en Ambato generando 7.3 millones de dólares, de ellos 3.79 millones ingresarán a las arcas municipales (52%) mientras que 3.13 millones de dólares (43%) recibirá la empresa que instaló los fotorradares y 365.000 dólares (5%) se destinarán para programas de educación vial. La duda que me genera esta información (la que supongo confiable) está en los pesos que parecerían haber puesto como equilibrio entre los beneficios económicos que persigue la empresa (y sus accionistas o socios) versus aquellos beneficios sociales y ciudadanos que debería ser el norte (o sur según el gusto) que guíen la acción municipal, los cuales se le deben haber olvidado a quienes decidieron o ejecutan esta estrategia al ponderar más alto la rentabilidad empresarial obtenida que la seguridad y el ingreso de las familias de la ciudad.
Lo más fácil es culpar a otro (administración anterior o gobierno nacional) y hasta dejar la responsabilidad del resultado en el causante o en la victima del accidente fatal, pero las cifras son claras y deben servir para que el GAD Ambato, con su alcalde y concejales a la cabeza decidan, ellos sí, con el único objetivo de evitar las muertes violentas en accidentes de tránsito y no en busca de mayores ingresos para el presupuesto municipal (ojo, con solo administrar ellos mismo el sistema de fotorradares duplicarían el ingreso municipal por ese rubro), las cifras deben servir también  para que los encargados de la operatividad del tránsito en el cantón desarrollen las estrategias que garanticen mejores resultados contados en disminución de muertes y lesionados y que no deberían estar exclusivamente basadas en la coerción y el castigo (multar o detener) a infractores e incautos.
Otras preguntas sin respuesta obvia son: ¿por qué la mayoría de fotorradares están en bajadas, en las entradas a ciudad o apuntan hacia el carril contrario? ¿El GAD municipal cuenta con un estudio técnico que determine el impacto de los fotorradares en la disminución de las muertes en accidentes de tránsito en Ambato? ¿Cómo se piensa utilizar el monto recaudado por este tipo de multas? ¿Qué otras estrategias, con el mismo fin, son implementadas en la ciudad y cuál ha sido el impacto de ellas?

Usted qué opina.

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