Coincidirán conmigo en que el sentimiento que provoca una ciudad así, a lo sumo, sería de pena para el ajeno o de enojo para quien vive en ella y en que la acción inmediata será limpiarla (aunque la más obvia y útil es no ensuciarla).
Transitar por una ciudad permite al visitante reconocer de un solo vistazo la forma como el habitante de la urbe en cuestión vive dentro de su comunidad, comprender como la ciudad trata su patrimonio y construye su identidad, que prioridades tiene, que garantías da a sus habitantes para desarrollarse, como cuida de sus familias, como aporta en la generación de valores. Por ello no causa asombro el orgullo con el que la gente habla de su ciudad cuando es moderna y pujante, amigable o con historia; orgullo que parte del respeto y admiración que cultivan por su ciudad, orgullo que no es gratuito ni connatural y que va más allá del cariño propio hacia la ciudad que uno habita o en la que uno nace. Pero puede generar orgullo una ciudad sucia por agresión?
El Espacio público alberga el cotidiano transcurrir de la vida colectiva, es el sitio donde la interacción entre los habitantes de la ciudad se efectúa, allí charlamos con los amigos, paseamos con nuestros niños, nos enamoramos, nos desenamoramos, festejamos los triunfos deportivos, nos manifestamos cuando estamos inconformes, incluso es allí donde tomaremos el sol o miraremos la gente "pasar" cuando estemos viejos. El espacio público son plazas, calles, parques, redondeles, mercados, también es espacio público la cara externa de la pared exterior de una casa. Pero acaso hay alguien que quiera pasear entre postes donde cuelgan carteles atiborrados de tal forma que parecen vencer con su peso la fortaleza del poste? O prefieren hacerlo entre paredes pintadas en campañas políticas nuevas o de hace más de 10 años y que a alguien se le olvidó limpiar?.
Dirán ustedes, con acierto, que es responsabilidad de las autoridades municipales ocuparse de la gestión de la ciudad y como parte componente de ella cuidar del espacio público, coincidirán también que para hacerlo tienen capacidad normativa y capacidad sancionadora para hacer cumplir las normas (cuando existen), pero yo añadiría a esto la necesidad de exigir que estas capacidades se utilicen para que nunca más se agreda a Ambato de la forma en que lo han hecho, que se erradique el uso de postes como pendones de carteles inútiles (sólo basta ver la relación votó logrado vs cartel exhibido) y se limpié inmediatamente las paredes para no soportar por años los rostros de algunos que mejor quisiéramos olvidar (de lo contrario les habríamos pedido una fotografía); mientras van limpiando recuerden que ya viene la siguiente campaña y qué necesitamos la normativa ahora. Procedan, tengan la bondad!!!