lunes, 8 de octubre de 2012

Tan útil como dedicarse a aullar a la Luna.


Prólogo

Una idea es un plan armado desde la fantasía y que busca la creación de una obra; una imagen en cambio es la representación de un “algo” (en este caso de la idea); la imagen es el cuerpo, la idea es el alma; la imagen es lo humano, la idea que habita dentro es lo divino.


Capítulo Uno

 “El público se maravilla con el objeto, el artista se divierte con el proceso”

Una de mis negaciones más preciadas es la fotografía, me defiendo “como gato panza arriba” gracias a una vieja Nikon D80 y otra más vieja Vivitar 3000, y a un ojo (no tan aceptable) para captar el “encuadre perfecto”, a pacientes modelos que me soportan  entre la resignación y una inmensa buena voluntad.
Cada imagen que capto busca representar alguna idea particular, me gusta anticipar el resultado y aunque la inspiración  aparece en el instante anterior al click de la cámara, no es extraño que algunas fotografías sean fruto de largas cavilaciones que emprendo para encontrar la idea adecuada. Pero la imagen a la final no siempre refleja con acierto la idea y claro, en otras tantas veces la iguala y en las menos incluso la supera (por alguna extraña razón no sucede lo mismo entre un libro y la película hecha a partir de el, siempre el libro será mejor). Aunque por la experiencia entiendo que para el creativo la mayor satisfacción es ver la idea plasmada en la realidad y comparar la imagen contra el concepto que la determina, enfrentar el objeto fruto de la creación vs la diversión que nos provoca el crear.
...he repetido mucho el ritual de idea, click, imagen y si bien no he aprendido a hacer mejores fotografías he aprendido a hacer mejores ideas.

Capítulo Dos

“Si elijo entre lo extinto y lo enérgico, prefiero lo enérgico por vital, por útil, por tener alma”

A menudo me encuentro con personas que disfrutan mirando la obra (el objeto), sin tener “ni idea” del concepto que la antecede y es muy común que se refieran a ella desde sus particulares puntos de vista e incluso propias intencionalidades.  En ocasiones, cuando les conozco, me junto a sus tertulias, doy mis opiniones y recibo con respeto las ajenas, pero cada vez que escucho una que no aporta o que busca afectar, viene a mi mente la misma idea: criticar es disecar un cadáver, analizar es autopsiar un muerto e investigar en muchos casos es dar por validos ciertos hechos utilizando apenas rastros.

Desenlace

Más allá de las fotos que ayudado por mi vieja Nikon pueda tomar, quiero dejar la enseñanza que   no se puede analizar, idea - concepto e imagen por separado pues al hacerlo se corre el peligro de no entender lo que se busca transmitir y en la mayoría de las veces el no entender genera las peores criticas. y que quien critica sin conocimiento nos muestra dos cosas 1. Que podemos aprender incluso de ellos y 2. Que quien solo crítica es tan útil como dedicarse a aullar a la Luna.

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