miércoles, 24 de octubre de 2012

Tuit # 6000


Escribo esta entrada como justificación de mi tuit  número 6000 y debo iniciar mencionando que lo que en principio fue parte de una estrategia de comunicación institucional rápidamente se convirtió en algo netamente personal, por eso lo que escribo siempre ha sido y es de mi absoluta responsabilidad y cosecha.

Al momento las cifras dicen que mi cuenta @jorigar tiene un valor de 708 USD (y el sentido común que no podría venderla, ni acaso regalarla), que sigo 374 cuentas, algunas de ellas agrupados en 8 listas, de las cuales la más numerosa (a la que llamo foroambato) tiene 163 miembros y está compuesta en su totalidad por gente de mi ciudad; estas mismas cifras dicen que me siguen 338 cuentas y he bloqueado a 12,que he creado varias etiquetas (hashtag) para explicar y explicarme algunos conceptos y las que más he utilizado son: #Censoec, #CienSonTodosLosQueRien, #AmbatoNuestraRazónDeVivir y #Buenviviendo, cada una tiene (por lo menos para mi) una intencionalidad especifica, pero todas son una invitación a hablar sobre un tema puntual; otras como #5ymedio no han sido mias pero la he usado con cierta frecuencia.

En estos años de uso de la herramienta, he aprendido algunas cosas que las destaco resumidas en 7 puntos (Ustedes añádanle más, seguro hallarán cientos):

  1. Más que para ser leído escribo por el placer de decir (cuando necesito más de 140 caracteres escribo una Bitácora en este blog). 
  2. Es inapropiado escribir “Buenos Días” luego de las 8 y 30 de la mañana (peor si es  institución pública)  ya que el día de trabajo, para la mayoría de personas, inicia algunas horas antes, Tampoco suena bien llamar “mis seguidores” a las personas (peor si eres político), no porque sea falso que sigan tu cuenta, sino porque no eres ni estrella de rock ni galán de telenovela.
  3. El ser visible en esta red social en ocasiones pasa la barrera de lo virtual y genera conocidos y hasta amigos (y supongo enemigos) en el “mundo real”.
  4. La influencia de una persona no debe medirse por el número de seguidores o la cantidad de retuits o el número de menciones que se haga de ella; la muestra real de que alguien es famoso es cuando su muerte se anuncia cada cierto tiempo y de forma cíclica.
  5. Que realmente a nadie le importa por quien vote o deje de votar el Alcalde de Guayaquil o lo que opine el dizque “Loco que ama” (mientras no cante, no existe) tampoco nos interesa  lo que digan los creadores de conflictos, o los agoreros del desastre, lo importante es que tienes que decir vos!!!...y más si tu cuenta posiciona un producto o servicio.
  6. Los auto proclamados “TuitStars Criollos” solo muestran un complejo de “Pavo Real” y los “Ciudad Letrada” creen que ese espacio (el tuiter) es el Olimpo y ellos sus dioses. Pero donde realmente son patéticos (unos y otros) es cuando piensan que “los mortales” queremos leer sus peroratas sobre lo obvio y lo sabido.
  7. Y sobre todo aprendí que aún hay gente que no entiende que la comunicación es para buscar acuerdos, ni tampoco acepta que la libertad se basa en los derechos del otro sobre las conveniencias nuestras (y que esto aplica también para la libertad de expresión).

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