Ahora que me ha dado por andar por todo lado acompañado de
mi cámara de fotos (una Nikon d7000) se me ocurrió la genial idea de hacer una
foto del Buen Vivir o del #BuenViviendo como debería denominarse a la condición
en la que se halla una personas que habita una ciudad (o un lugar) que cultiva el Buen Vivir.
La “Calidad de Vida” es más sencilla de retratar porque es el
reflejo del estado al que un individuo aspira a llegar, un momento
que otro, un tercero, ha idealizado y que es similar al de esas viejas publicidades de
Whisky de hace algunos años, en las que parecía que todo lo que un hombre (sí,
un hombre) deseaba se resumía en una joven y guapa mujer, un carro caro o mejor
un bote, un lugar paradisiaco donde pasar un buen rato y el dinero para comprarlos (mujer, vehículo, lugar
y tiempo), así, puro y duro.
Lo del Buen Vivir me causa un poco más de complicación al
momento del retrato, tanto que hasta hoy no consigo una buena imagen. Como
avance debo mencionar que he logrado –con cierta ayuda y el perdón de los
entendidos– construir mi propia definición de Buen Vivir, la que explico
apoyado del siguiente ejercicio:
a.
Determinar los aspectos de tu vida que te son
más relevantes.
b.
Asignar a cada uno un peso, considerando que
estos pesos podrían cambiar entre distintas etapas de la vida de la persona.
c.
Desarrollar esos aspectos relevantes hasta el
límite posible pero siempre manteniendo equilibrados los pesos.
En mi caso, hoy, los aspectos relevantes con muy ligeras
diferencias de peso, luego de familia, en el siguiente orden son:
·
Familia
·
Desarrollo profesional/personal
·
Relación con el ambiente
·
Relación con la comunidad
Para disfrutar del Buen Vivir o del #Buenviviendo basta solo
con mantener en equilibrio esos aspectos relevantes, para que ninguna de
las partes trunque o impida el cultivo y desarrollo de las otras. Con ello queda claro
que el Buen Vivir no es un momento específico, ni la meta aspirada e inalcanzable,
es el disfrute diario de una simbiosis plena entre individuo – familia –
comunidad – entorno.
2.
La Fábula del Burro y la Zanahoria y la Ciudadanía
Administrada.
La imagen del estado – aspiración de la “Calidad de Vida”, por años
ha movido a las personas con el mismo resultado que lo hace la zanahoria que se
ofrece al burro de la fábula, para que avance e igual que a este, mientras más
se esfuerza la persona y mejor corre el burro, más cerca parece estar la
zanahoria pero nunca deja de estar cerca. Cuantos habrán buscado la chica, el
vehículo, el lugar paradisiaco y la plata pero máximo encontraron el Whisky o
ni eso.
En contra posición el Buen Vivir, siempre en mi humilde
opinión, así como una ciudad que pretenda cultivarlo, debe enfocarse en
desplegar las condiciones óptimas para que cualquiera y todos sus ciudadanos
puedan desarrollar –por igual- los aspectos relevantes que se han planteado
para sí mismos
Si tuviera la posibilidad de diseñar una Ciudad del Buen
Vivir me inclinaría por una en la que pueda cultivar una familia, que ofrezca seguridad, salud, educación, una ciudad con oportunidades, que permita el
desarrollo profesional y personal incluso con apoyo e incentivos para emprender,
donde las empresas crezcan con tecnología, con planificación, con creatividad y orden; una ciudad que
respete su entorno, con espacios verdes y parques de tierra y árboles, con aves
reales, con jardines reales; una ciudad que vele por quienes la habitan, que promueva equidad, que sea segura, con libertades y derechos (incluso a equivocarse); una ciudad que se preocupe de sus niños y de sus ancianos.
Hay otro punto importante a considerar y es el siguiente:
·
Es fundamental administrar la ciudad del Buen
Vivir, pero no se debe confundir con administrar a las personas, o dicho de
otro modo, ni el Buen Vivir es zanahoria ni el individuo es “ciudadano a
administrar”, tampoco es el burro al que se ofrece zanahoria.
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Con esa argumentación dando vueltas por mi cabeza, me senté
a escribir esta entrada antes de salir a buscar la foto, si ustedes tienen
alguna y deciden compartirla háganlo utilizando #Buenviviendo, así me ayudan, también dejen un comentario.
Interesante Jorge, y gran verdad tu analogía del auto bote y mujer, creo que el afán de mejorar económicamente hace que nos olvidemos de que hay otras cosas mas valiosas, la vida diaria y sus pequeños logros, como llegar a tiempo, cenar con los hijos, ver al amigo, son los que realmente nos dan un bien viviendo. Lo único que debemos dejar para mañana es la muerte.
ResponderEliminarsaludos.
Tacho, gracias por tu comentario...en realidad los conceptos complejos uno los entiende cuando lo explica la gente sencilla, la de la palabra simple; así aprendí este...ahora el punto es ponerlo en práctica, como dejar de buscar esa idea impuesta por otros como objetivo de vida y reemplazarlo por un objetivo que nos genere felicidad mientras lo construimos; pero y sobré todo como influye el lugar que habitas en la búsqueda y consecución de tus metas (entiendase: de todos los conciudadanos) y en el estado de bienestar o en su #BuenVivir, ahí el reto!
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