Entre las poblaciones de estudio del último censo nacional, la que mayores cambios presenta es la de migrantes internacionales, es decir, la de aquellos residentes en Ecuador que nacieron en otro país.
En estos últimos doce años, su composición ha cambiado, ahora muestra mayor presencia de personas provenientes de Venezuela (54%), el origen que más ha crecido para convertirse mucho más que el doble de las que arribaron desde Colombia (23%), las que para el pasado censo eran la mitad de los inmigrantes internacionales residentes en el Ecuador. A su vez, España era el origen de la población de mayor crecimiento durante la primera década de los años dos mil.
Esta
nueva perspectiva nacional, mayoritariamente venezolana y colombiana, no se cumple de la misma manera en todas las provincias e
incluso ciertos cantones presentan realidades particularmente distintas.
Por ejemplo, aunque la población venezolana es mayoritaria en 19 provincias del
país y que su presencia es superior en las provincias de Pichincha (29,7%), Guayas
(29,1%) y Manabí (9,1%), en Carchi (10,9%), Sucumbíos (8,8%),
Esmeraldas (6,1%), Orellana (3%)y Napo (0,7%) la población colombiana es
mayoritaria.
Particularidad que se repite en Loja, donde, por su condición de provincia fronteriza, uno de cada cuatro extranjeros residentes proviene del Perú, migrantes que han decidido asentarse principalmente en Zapotillo (28%), Loja (27,6%) y Macará (19%). la fotografía de esta provincia queda completa con el registro de población venezolana (22%), colombiana (9%) y estadounidense (6%). De los residentes venezolanos, la mayoría residen en los cantones Loja y Pindal.
Sobre otras poblaciones inmigrantes
El censo nacional reporta una significativa presencia de personas provenientes
de los Estados Unidos, concentradas en Pichincha (25%), Azuay (24,8%) y Guayas
(17,7%), especialmente en las ciudades de Quito (23,2%) y Cuenca (21,6%).
Su realidad tampoco se parece a la de otros inmigrantes, por ejemplo, si
comparamos la población venezolana contra la estadounidense, además de su diferente distribución geográfica, detectamos diferencias en
cuanto a sus edades y composición de sus hogares. Por una parte, hay una
mayor proporción de niños menores de 12 años en el caso de la población
venezolana, representando estos al 67,2% de los niños inmigrantes, mientras que
los niños estadounidenses tan solo son el 5,7%.
Por
otra parte, entre las poblaciones adulta y adulta mayor (aquellos que tienen 30
años o más), se aprecia que la población venezolana se concentra principalmente
entre los 30 a 34 años, mientras que los estadounidenses que van desde los 65 a los 69 años son el
grupo más representativo de la población adulta. Entre la población inmigrante
adolescente y joven de Estados Unidos, el grupo más numeroso se encuentra en el
rango de edades de 15 a 19 años, representando el 15,3% de la población nacida
en ese país. En cambio, en la población adolescente y joven de Venezuela, la
mayoría se concentra en el grupo de edad de 25 a 29 años, con un 13,9%.
Qué nos dice el censo de los venezolanos residentes en el Ecuador
A nivel cantonal, la población de origen venezolano, está más concentrada en el Distrito Metropolitano de Quito (27,7%), Guayaquil (21,1%), Manta (4,7%) y Cuenca (4,1%). Además, residen mayoritariamente en departamentos (50,1%) y casas particulares (33,2%). Esas viviendas presentan diferencias con los niveles generales de cobertura de servicios, por ejemplo, la cobertura de agua por red pública alcanza apenas el 86,9% y la de alcantarillado el 79,5%.
De los 231 mil venezolanos residentes en el Ecuador, el 15,9%
se encuentra en el área rural, 51,9% son mujeres, 24,1% menores de 15 años y
1,7% mayores de 65 años. Uno de cada dos hogares venezolanos en el país está compuesto por una o máximo dos personas (33% y 23% respectivamente), mientras que el restante 44% por
3 integrantes o más.
Y, de las poblaciones minoritarias
El
censo nacional también nos da la oportunidad para identificar el origen de las
poblaciones migrantes minoritarias. Como dato interesante, se registraron personas
que declararon provenir de países como Ucrania (346) e Israel (192), la mayoría
de ellas concentradas en Pichincha (38,6%) y Guayas (18,1%).
En conclusión, pensar la migración como un fenómeno estático, que no cambia ni en tamaño ni en composición o que permanece inmutable y homogenea en todo el país, limita el analisis sobre las realidades de cada territorio, induciendo a quienes tienen el poder de decidir a asumir como verdad la generalidad y ocultando particularidades como las que dieron origen a esos desplazamientos, que en unos casos parecerían motivarse en la busqueda del lugar que les ofrece condiciones favorables para su retiro laboral por ejemplo, mientras que en otros solo es el destino al que les condujo la desesperanza y la falta de oportunidades. ¿Serán acaso las mismas razones que están provocando la salida de ecuatorianos al exterior?
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